Redactores en el mundo: cómo trabajar de redactor freelance en Estados Unidos

No hay duda de que Estados Unidos es el mercado de referencia cuando hablamos de redacción freelance o copywriting. Solo en este país, están registrados más de 100.000 profesionales que ofrecen servicios de contenidos. También es el lugar del emprendimiento y los negocios de Internet por excelencia. Pero, ¿cómo es el trabajar de redactor freelance en los Estados Unidos? ¿Qué requisitos legales o de titulación existen? ¿Cuánto se paga por un texto? Diego Murcia, un redactor que conoce bien este mercado, nos cuenta los entresijos de esta profesión en el paraíso del copywriting. ¡Seguro que mucho de lo dice te es familiar!

Lo que no te cuentan en las universidades

 
Llevo más de cinco años ofreciendo mis servicios como redactor y traductor por encargo en Estados Unidos. Aunque comencé en esta senda por pura casualidad, actualmente vivo del trabajo freelance. En este lustro he tenido que aprender algunas verdades que no te enseñan en las aulas, que me han servido para mantenerme a flote, en especial para pagar la cuentas y alimentar a la familia. Aquí van algunas de ellas.
 

No existe titulación oficial

 
En primer lugar, en Estados Unidos no existe ninguna titulación como redactor o copywriter que esté avalada por un centro de estudios superiores. En este país, los profesionales que se dedican a proveer este tipo de servicios tienen diplomaturas, licenciaturas o maestrías relacionadas con las letras, el periodismo o el marketing. En muchas ocasiones, los empleadores que no están relacionados con estas industrias desconocen la existencia de esta figura y por ello hay que darles a conocer este tipo de servicios. Por lo general, son intermediarios, como las agencias de publicidad, quienes ofrecen este tipo de servicios a los clientes. Todo depende, desde luego, del tipo de ciudad donde se viva. Las grandes urbes como California o Nueva York tienen más experiencia con este tipo de trabajos que las lejanas tierras de Texas, Illinois y Florida.
 
A pesar de eso, la figura del freelance no es para nada desconocida para la sociedad estadounidense; lleva años siendo utilizada por profesionales que trabajan en la construcción y otro tipo de oficios. Pero, en las últimas décadas, debido a las crisis económicas que han golpeado al país, el término se ha vuelto cada vez más común y más gente se dedica a este tipo de trabajos desde sus diversas ramas. Los redactores no son la excepción. Basta ver los tablones de anuncios de sitios como Indeed o Craiglist, donde abundan los redactores, editores de textos, blogueros, administradores de redes sociales, guionistas, creadores de contenido, y un largo etcétera, incluso ofreciendo a veces otros servicios complementarios como diseño, programación web o ilustración, entre otros.
 
La Oficina de Estadísticas Laborales, en sus datos más recientes (2017), asegura que en Estados Unidos hay 131.200 redactores que declararon ingresos durante 2016. Aunque hay que aclarar que no se sabe cuántos de estos son independientes y cuántos trabajan para alguien más. Esto crea un fenómeno de autodepuración que va cambiando con las necesidades de los clientes y la voluntad de los mismos escritores, quienes suelen tomar responsabilidades más allá de la mera escritura para poder convertirse en “partners” de sus clientes.

Guerra de tarifas a la baja

 
¿Cuánto puede llegar a ganar un redactor freelance en Estados Unidos? Quienes se dedican a esto saben que no hay una cifra concreta. Hay día, semanas o meses buenos y otros que son malos, francamente malos. Lo que sí puedo decir es que en este país existe una gran demanda de redactores; aunque, por el otro lado, también hay miles de personas con tus mismas características laborales que están optando a esos empleos.
 
En el caso de los periodistas, que es el grupo que conozco más de cerca, los recortes laborales, los cierres de medios de comunicación y los ajustes administrativos, entre otras causas, están provocando que se trabaje para el mejor postor y eso implica entrar en el mercado de la rapiña, en el que el cliente paga poco y lo quiere todo casi regalado.
 
Lo peor ha sido la aparición de sitios como Fiverr o UpWork, en los que las ofertas laborales se subastan al menor precio posible. Esto, desde luego, mina los precios que se pueden cobrar por un texto. Me ha pasado que clientes usuales de estos servicios que me han contactado para que les haga algún presupuesto, luego comenten con otros que mis precios “son muy caros” pese a estar por debajo de lo que cobra la competencia.
 
Según un informe titulado “Estado de la redacción freelance 2017”, elaborado por el sitio freelancewriting.com, la mayoría de los redactores freelance en Estados Unidos ganan 10.000 dólares o menos anualmente y trabajan menos de 20 horas a la semana. Los que ganan más de 40.000 dólares al año normalmente trabajan a tiempo completo. La tarifa media es inferior a 14 dólares a la hora.
La mayoría de redactores freelance en Estados Unidos cobran menos de 14 dólares a la hora. (Fuente: freelancewriting.com)
La mayoría de redactores freelance en Estados Unidos cobran menos de 14 dólares a la hora. (Fuente: freelancewriting.com)
Hace menos de 20 años, cuando no estaba tan de moda el copywriting que tanto buscan ahora los sitios web para vender sus productos, uno podía vender un texto a unos 80 dólares por página y media (unas 1.500 palabras), con unos 50 dólares extra si se acompañaba al documento con fotografías. Ahora te pagan, al menos en los periódicos, cuando mucho, 60 dólares por ambas cosas. Si se trata de algo más especializado (un reportaje o una crónica con reporteo especializado), te pagan -en promedio- de entre 75 a 80 dólares. Si se trata de un texto más lúdico, el pago va de 15 dólares por un texto de 800 palabras y 20 dólares si éste tiene entre 800 y 1.500 palabras. Así está el mundo.
 

Requisitos legales y certificaciones

 
Por otro lado, no existen requisitos legales para trabajar como redactor freelance en los Estados Unidos. Solo hay que pagar impuestos y realizar la declaración fiscal anual correspondiente. Cosa distinta es si uno es inmigrante con visa temporal o estudiante internacional. Si no se cuenta con permiso de trabajo y residencia permanente, ciertas leyes impiden que uno pueda ganar más de 12.000 dólares al año o trabajar más de 20 horas a la semana, aunque sea un trabajo de salario mínimo. Por si se lo están preguntando, el salario mínimo es de 7 dólares con 25 centavos la hora. Un trabajador de McDonalds comienza ganando 8 dólares la hora sin necesidad de ir a la universidad. 
 
Además, hay que advertir que este es el país de las certificaciones. Algunos empleadores ponen como requisito, al solicitar un trabajo, tener una certificación oficial de alguna asociación local, estatal o federal. Valga decir que una certificación de estas puede valer miles de dólares… y eso que no se trata de los títulos oficiales ofrecidos por las universidades públicas. Para muestra, en estos días estoy sopesando obtener una certificación como intérprete médico de español/inglés, ofrecida por la Universidad de Texas en El Paso (UTEP), a un coste de 2.395 dólares. Todavía estoy juntando esa plata y, en el camino, sigo evaluando si vale la pena invertir tanto por algo que no sé si mejorará mis oportunidades laborales en el futuro. Hasta ahora, no me ha ido tan mal.
 

Cómo conseguir clientes de redactor

 
Al igual que en cualquier otro país, lo más complicado de trabajar como redactor freelance en Estados Unidos es conseguir clientes. Mi primer cliente me llegó de pura casualidad. Un día estaba viendo la sección publicitaria del periódico para el que trabajaba y me encontré con un anuncio de una compañía de publicidad que se acababa de cambiar el nombre y también había decidido expandirse hacia otras ciudades aledañas. Mientras leía, mis antenitas se pusieron en alerta y decidí escribir un correo electrónico a la empresa en cuestión. Básicamente les felicitaba por su nuevo impulso y me ponía a las órdenes con mis servicios, hablándoles acerca de mi persona como redactor y como profesional de las letras, asegurándoles que en mí podrían encontrar a un profesional que era dueño de un vasto conocimiento del idioma español. 
 
Siendo ellos una empresa anglosajona en El Paso, Texas, una ciudad donde más de la mitad de la población habla español, mi mensaje llegó a buen puerto. Por los siguientes tres años trabajé junto con ellos, mano a mano, traduciendo y redactando todo tipo de documentos, desde eslóganes publicitarios hasta manuales laborales. A partir de ahí, mi cartera de clientes empezó a crecer, gracias a una simple táctica: saludar a cada hijo de vecino para que sepa quién eres y qué servicios ofreces.

Durante este tiempo he aprendido sobre la importancia de no quedarte callado y salir a buscar clientes, siempre con la mente puesta en un pensamiento: de cada 10 puertas que toques, al menos una responderá. Y aunque suene a muy poco, esa única persona que te abre las puertas es la que te dará la entrada de dinero que tanto buscas. Y es que este oficio de redactor es como un apostolado: o lo haces porque te gusta o no lo haces.
 
Cuando empecé yo no tenía idea de cuánto cobrar, siempre había trabajado para alguien. Por suerte una de las primeras personas con las que yo tomé contacto en esta agencia de publicidad, se volvió mi mentor. Fue quien me dio algunos consejos sobre cuánto cobrar y también me dijo que no debía de cobrar barato, que debía valorar el conocimiento que yo tenía. Así, empecé cobrando entre $70 y $80 por hora, a veces más, a veces menos, dependiendo del proyecto. Con el paso del tiempo logré cobrar cerca de $4000 por un trabajo.

Debo advertir, eso sí, que uno se puede volver muy avaro, caer en el lado oscuro, obnubilado por el ego de tu buena suerte, porque, una vez te haces de cierta reputación gracias a tu buen trabajo, puedes llegar a cobrar lo que pidas. Pero, cuidado, esa misma libertad será la que te deje sin clientes, al razonar que te están pagando más que si tuvieran un redactor en plantilla. Y entonces, puede que decidan incorporar a alguien y dejar de trabajar con el freelance. La lección de todo esto es nunca dejes de cobrar un precio digno por lo que sabes hacer, pero que no se te suba a la cabeza, siempre hay alguien dispuesto a hacer el mismo trabajo cobrando menos dinero. ¡De estos redactores “bien intencionados” está lleno el camino de sitios como UpWork!
 

Organización, paciencia y perseverancia

 
Otra cosa que aprendí es la necesidad de ser organizado. Creé hojas de facturación, tarjetas de presentación y una página web. Les saqué provecho a Google Docs y Google Sheets porque se pueden compartir con todo mundo y trabajan muy bien con funciones de dictado, además de que guardan la información en automático y no hay que temer colapsos de tu computadora nunca.

También elaboré formularios de solicitud de servicios que daba a los clientes para saber qué querían con exactitud (a veces me pedían ser más creativo o no usar ciertas palabras o emplear un tono de voz en el texto y tenerlo por escrito me servía de guía), elaboré machotes de presupuestos, me inscribí en hacienda, descargué y aprendí a usar aplicaciones como Venmo, PayPal y Square. 
 
De igual modo, aprendí que los pagos por los servicios de redacción nunca llegan antes de los 30 días, que algunos clientes regatean y te aseguran que tienen parientes que podrían hacer este trabajo por un precio muchísimo menor que el tuyo, que hay clientes que te pagan la mitad del dinero pero nunca terminan de cancelar el valor total del trabajo, e incluso que hay empresas que utilizan a otros editores que leen tu trabajo y que estos determinan si has hecho o no una buena redacción.
 
Pero bueno, ante todo, descubrí que este oficio es como pescar en el mar, que toma tiempo conseguir clientes, que durante semanas suele no llegar ningún trabajo, pero que, de repente, suena el teléfono o llega un correo, y ese trabajo que te envían, o te solicitan, te hace ganar en un par de días lo que podrías haber ganado en todo un mes trabajando en plantilla para una empresa.

Descubrí que hay que tener paciencia, que no hay que dejar de tirar carnadas al mar, que de todos los peces que pululan en el océano de las empresas, al menos uno anda deseoso de comerse el anzuelo de tus servicios.

¿Qué te parece lo que nos cuenta Diego sobre el trabajo de redactor en Estados Unidos? ¿Encuentras muchas diferencias con tu país?

Comentarios

  • Santiago
    15 marzo 2024 at 14:49

    Me gustaría trabajar como redactor

    • Roger Garcia - Redactor Freelance
      15 marzo 2024 at 15:08

      Hola Santiago:

      Gracias por tu mensaje.

      Respecto a tu consulta, si quieres trabajar como redactor freelance, te recomiendo empezar por leer los consejos que encontrarás en este enlace:

      https://www.redactorfreelance.com/trabajar-como-redactor/

      Espero que esta información te sea útil y aquí estamos para cualquier otra cosa que necesites.

      Saludos

  • Redactor Freelance
    4 febrero 2019 at 10:42

    Cierto Elisabeth, tenía yo la esperanza de que en mercados más "avanzados" como solemos decir las condiciones de trabajo de los redactores serían mejores, pero por lo que cuenta Diego en todas partes cuecen habas… 🙁

  • Elisabeth Lahoz
    1 febrero 2019 at 16:21

    Hola Roger y Diego:

    Me ha gustado mucho leer acerca de tu experiencia, Diego. ¡Fíjate! Al final la «historia» de un redactor en EE.UU. y la de un redactor en España no difieren demasiado… Me he sentido identificada con mucho de lo que cuentas. «Organización, paciencia y perseverancia», las tres claves para permanecer a flote en nuestra profesión.

    Un abrazo,

    Elisabeth Lahoz

  • Redactor Freelance
    30 enero 2019 at 07:22

    Estimado Alberto:

    Aparte de los valiosos consejos que pueda darle Diego Murcia, le invito a registrarse en el Directorio de Redactores:

    redactorfreelance.com/p/alta-directorio-de-redactores-freelance.html

    Es gratis, tardará un minuto y así los clientes interesados en sus servicios podrán encontrarle y contactarle.

    Saludos,

    Roger Garcia

  • Unknown
    29 enero 2019 at 21:48

    Estimado Sr. Murcia:
    Soy de Cuba y desde hace años escribo artículos variados de medicina pero entendibles para todos. Me gustaría escribir en USA pues el pago es mucho mejor. Le agradecertía me informnara si mis artículos sertían recibido allá, a quien dirigirme y cómo sería el pago pues aquí no se cuenta con PayPal. Para nosotros los mejor es con la Wester Union o el envío a uno familiar cercano que vive allá. Además, tengo 4 libros publicados ya en formato digital. Agradecería su respuesta por e.mail.
    Le coloco el URL de una de mis últimas publicaciones para su valoración por Ud.:
    cubahora.cu/blogs/consultas-medicas/aprende-aqui-como-puedes-crearte-costumbres-saludables
    Uno de mis libros “Recetas sabrosas y saludables con frutas tropicales”:
    libreriavirtualcuba.com/productos.php?producto=279

    Mis afectos y mi admiración por su trabajo literario,
    M.Sc. Dr. Alberto Quirantes

  • M.Sc. Dr. Alberto Quirantes
    29 enero 2019 at 21:29

    Estimado Sr. Murcia:
    En mi país, Cuba, escribo artículos variados sobre salud desde hace muchos años, entendible para todos y en el URL le coloco mi último artículo pues me gustaría su valoración. Me gustaría escribir para USA pues el pago es mucho mejor. Aunque soy médico, he pasaado cursos de escritura creativa y tengo facilidad para la escritura. Pero desearía conocer si ellos aceptarían mis artículos desde Cuba, a quien dirigirme y cómo ellos me harían llegar el pago pues aquí no se recibe Paypal. Lo más cómodo para nosotros es por la Western Union o su envío a un familiar cercano que vive allá.Le agradecería su respuesta por mi e mail
    Mis saludos afectuosos y mi admiración por su trabajo,
    M.Sc. Dr. Alberto Quirantes

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