¿Cómo te organizas en el día a día? ¿Tienes una jornada definida o eres flexible? Resúmenos tu forma de trabajar.
Actualmente tengo una jornada laboral de 4 días, trabajo de martes a viernes y escribo una media de 4:30 horas al día. Parece poco, pero más horas no equivale a más productividad. En este tiempo no tengo en cuenta algunas reuniones o el tiempo que dedico a responder mensajes por correo. El tiempo total de trabajo al día, entre descansos y demás, no llega a las 6 horas.
Por norma general trabajo en sesiones de 90 minutos, luego me tomo un descanso de 20 minutos para responder correos, y vuelvo a la tarea. Empiezo sobre las 9:30 y acabo como máximo a las 19:00 h. Uso Toggl para saber cuánto tiempo me lleva cada tarea y tengo cierta flexibilidad en mi horario.
Los 3 días libres que me quedan cada semana los utilizo para formarme y para mis libros. A veces trabajo también el sábado, pero como máximo dos veces por mes. Las facturas y demás me las lleva un gestor. La burocracia me aburre.
¿Cómo ves el futuro de la profesión? ¿Y dónde te ves tú en una década?
Empecé algo tarde a trabajar en serio como redactor, pero creo que fue en el momento correcto. Si hubiera empezado antes, habría sido desde un nivel mucho más bajo y probablemente hoy seguiría siendo un redactor generalista con conocimientos avanzados en una temática, pero sin saber hacerlo valer.
Tampoco tendría la disciplina que tengo ahora con los encargos ni mi capacidad para escribir. En la actualidad, escribo un mínimo de 3000 palabras al día, y eso es difícil en los primeros meses, pero tu cerebro se va acostumbrando. Si no estoy escribiendo en mis encargos, lo hago en mis libros o diarios.
Dentro de una década espero haber conseguido mi sueño, que es vivir solo de divulgar sobre mascotas. Este año he dado un nuevo paso hacia esa meta con la publicación de mi último libro, Mi gato tiene miedo, que está teniendo muy buena acogida en Amazon.
Si pudieras enviarle un e-mail al Nick de cuando empezaste y darle un único consejo para dar sus primeros pasos… ¿Cuál sería?
Si tuviera que darme un consejo a mí mismo cuando empecé en el mundo de los blogs, me diría que encuentre mi ikigai cuanto antes. Es un concepto que me ha marcado mucho y que me inspiró antes de empezar en serio en 2019.
Creo que todos tenemos una necesidad que está por encima de escoger qué profesión hacemos, y si nos conocemos mejor a nosotros mismos podremos encontrar una fuente casi infinita de motivación para trabajar todo lo que haga falta. Se crea una especie de sinergia cuando lo tienes tan claro, porque todo lo que haces te lleva hacia donde estás apuntando, aunque sea indirectamente.
Te aseguro que si no me llenase tanto sentirme útil con mi trabajo, hubiera sido imposible luchar tanto y llegar donde estoy hoy en día. Conocerte a ti mismo es importante, incluso aunque tengas claro que quieres dedicarte a la redacción freelance a tiempo completo. Siempre hay algo que chirría dentro de ti, y en el fondo sabes a qué me refiero. Esa culpabilidad, ese sentimiento de vacío.
Puedes ser solamente un “redactor”, o algo más. Yo estoy seguro de que hay algún nicho que te llena mucho más, en el que ya has invertido formación o estudio y en el que estarías dispuesto a especializarte, en el que podrías trabajar toda tu vida porque encaja con tus valores, te encanta y se te da muy bien. A grandes rasgos, ese es tu ikigai. Cuando estés preparado, da el paso sin dudarlo y, sobre todo, empápate sin parar de los mejores.
Daniel Terrasa
25 agosto 2022 at 00:57Magnífica entrevista. Comparto muchas de las impresiones y opiniones de Nick. Sobre todo, lo del boca-oreja y lo de que no por dedicar más horas se es más productivo.
Gracias a ti también Roger por traer a Nick a tu blog. Ha sido inspirador.
Roger Garcia - Redactor Freelance
25 agosto 2022 at 09:45Coincido con tus apreciaciones, Daniel.
Sobre todo cuando se empieza, está muy extendido el pensamiento de que hay que dedicar cuantas más horas mejor al trabajo como freelance.
Luego, con el tiempo, te vas dando cuenta de que lo que realmente importa es la productividad, no las horas dedicadas.
¡Gracias por leernos!