De Don Quijote a MacGyver y tiro porque me toca
Llegué al mundo de escribir para otros de manera algo casual: un medio digital que leía a menudo convocó unas vacantes de redactores y allí que me lancé. Pensé que me había tirado sin agua, porque pasaron muchos meses y no obtuve respuesta, hasta que finalmente me escribieron para hacer una prueba de redacción. Conseguí superarla y, tras un breve pero intenso periodo de formación, comenzó mi colaboración.
Tras escribir a diario, al cabo de un año empecé a valorar la posibilidad de hacer algo más, eso de escribir para más medios me atraía. A fin de cuentas, no lo hacía demasiado mal, si bien leo ahora mis primeros artículos y me dan ganas de llorar, y no precisamente de la emoción.
Pero claro, ¿dónde buscar? ¿a qué puerta tocar? Llegué a un foro sudamericano en el cual hay muchas ofertas laborales, hablo de ForoBeta. Tras inscribirme y pasar el periodo de gracia (no puedes publicar ofertas en la sección de negocios hasta que alcanzas un número de mensajes), lancé la red. La cosa no pintaba bien, los precios que se manejan eran y son escandalosamente bajos. Sin embargo, en mi mochila contaba con muchísimos artículos escritos en el medio que me dio la oportunidad. Mi baza, había que explotarla.
De ForoBeta salió otra colaboración que todavía continua, afortunadamente, y veía que había posibilidades de dar forma a mi proyecto de convertirme en redactor. La idea de hacerme autónomo rondó mi cabeza, y tras algunas dudas iniciales, pedí cita en una asesoría. La percepción que tenía del mundo laboral por cuenta propia era una mezcla entre aventurero Don Quijote y un MacGyver de la redacción. Sin embargo, del despacho del asesor salí convencido: si quería prosperar había que dar el paso. Así lo hice, desde el 1 de enero de este año soy escritor autónomo.
¿Qué he conseguido con ello? Nada más que ventajas, en primer lugar, al beneficiarme de la cuota reducida durante un año, no debía de tener un colchón económico para tirar para adelante. Tampoco tenía que hacer inversión, ya tenía ordenador, escribo desde casa o incluso en algún parque si me apetece, y no había que invertir en un local ni dar de alta a más gente. Además de ello, es una actividad que puedo compaginar con la que me da de comer desde hace años, soy maestro de un colegio, aunque a media jornada.
Redactor Freelance
24 octubre 2019 at 16:22Es muy acertado esto que señalas, Celeste.
Una de las cosas que más me costó en mis primeros años como redactor fue aprender a decir que no a determinados encargos por no estar relacionados con los temas que domino o por falta de tiempo.
Ahora prefiero recomendar a otros compañeros a través del Directorio de Redactores.
Sobre la planificación, he mejorado bastante en estos años. Aquí explico cómo me organizo actualmente y algunos consejos para combatir los “ladrones del tiempo”:
redactorfreelance.com/2012/11/un-dia-en-la-vida-de-un-redactor.html
redactorfreelance.com/2018/10/consejos-productividad-para-freelance.html
Saludos
Celeste
24 octubre 2019 at 15:03Muy interesante lo que cuenta. Precisamente hace dos años que también me dedico a la redacción freelance y coincido en mucho de lo que dice. Otra cosa que añadiría es no querer abarcar todo. Me ha pasado de querer tomar muchos trabajos porque me interesan y luego que no me den los tiempos para todo jeje. También es fundamental la organización, llevo solo dos años en este pero aún hoy me cuesta planificar bien las horas de trabajo y siempre suelo estar por demás en la PC.
Un saludo!
Redactor Freelance
23 octubre 2019 at 12:04Es un debate interesante, Joana: ¿lanzarse a la piscina o intentar nadar y guardar la ropa?
Yo opté por ir a por todas hace diez años y en general es lo que recomiendo si quieres dedicarte a esto profesionalmente. Pero era un momento en el que no tenía cargas familiares, hipoteca ni nada parecido…
Puedo entender perfectamente que otros prefieran ir paso a paso, o enfocarlo como un complemento a su actividad principal.
Creo que eso te limita en algunas oportunidades, pero también es una ventaja a la hora de tener estabilidad.
Joana Sánchez González
23 octubre 2019 at 11:40Hola a los dos:
Si he de ser sincera, es la entrevista que más me ha gustado con diferencia 🙂
Supongo que es por la forma de expresarte, al grano y con humor.
Me identifico con lo del portátil y lo de escribir en cualquier parte pero me falla algo, y eso eso de ser profesor en un colegio, creo que con ese colchón, aunque sea poco o mucho lo que paguen, es más fácil darse uno mismo el empujón para dedicarte al 100% a redactar.
No obstante, me has animado el día y eso es de agradecer.
Una década escribiendo y no paro de aprender con vosotros.
Enhorabuena al entrevistado y al entrevistador.
Redactor Freelance
7 septiembre 2019 at 20:09Encantado de saludarte y me alegro de que el artículo de Nacho te resulte interesante.
Si estás empezando, aquí encontrarás más consejos útiles:
redactorfreelance.com/p/vivir-de-tu-trabajo-de-redactor-es.html
¡Saludos!
lagatabijou
7 septiembre 2019 at 19:21Claro como pocos… estoy comenzando…y los consejos vienen bien. Gracias!
Redactor Freelance
20 agosto 2019 at 08:05Totalmente de acuerdo, José, yo también creo que es muy interesante conocer las experiencias de otros redactores y las opciones que han elegido. ¡Saludos!
N José Vásquez
19 agosto 2019 at 23:21Muy buen aporte el de Nacho. Es como llevar una antorcha que alumbra en el camino. Gracias Nacho y que Dios te siga bendiciendo.Saludos.
Redactor Freelance
19 agosto 2019 at 14:26Gracias por la sugerencia.
Yo no he llegado a realizar trabajos en Workana, pero tal vez Nacho o algún otro compañero/a pueda dar alguna recomendación.
También puedes ver más opiniones y comentarios sobre Workana en este enlace:
redactorfreelance.com/p/vuestra-opinion-sobre-workana-la-mejor.html
Saludos
Anónimo
19 agosto 2019 at 13:22Sería interesante un artículo sobre consejos para ser seleccionado en Workana. Tengo 3 años de experiencia, blog propio, mucho material publicado y jamás he conseguido un trabajo en esta plataforma. He intentado diferentes formas de hacer mis propuestas y nada. No se si sean los precios, siempre hay colegas que casi regalan su trabajo.