Cómo evitar que los mensajes que envías a tus clientes y suscriptores acaben en la carpeta de spam

Cada día se envían más de 2.600 millones de correos electrónicos en el mundo, según Statista. Sin embargo, uno de cada seis mensajes no llega nunca a su destino. ¿Sabes por qué? Porque son bloqueados por los filtros de spam o correo basura de los programas de correo electrónico, cada vez más precisos gracias a la ayuda de la inteligencia artificial. Si quieres evitar que los correos que envías a tus clientes y suscriptores acaben en la carpeta de correo basura, sigue estos consejos prácticos.

A todos nos ha pasado alguna vez: envías un mensaje de correo electrónico a alguien, esperas que te responda y, al final cuando le preguntas, te comenta que no lo había visto porque se le metió en la carpeta de correo basura o spam. Aún peor es cuando ocurre a la inversa: un cliente te manda una solicitud de presupuesto o te pide unas correcciones urgentes en el trabajo que le acabas de entregar, pero no te llega. Cuando te reclama respuesta, después de mucho investigar, averiguas que el dichoso mensaje se te había metido en la carpeta de spam.

“¿Pero cómo puede ser, si mis mensajes no son correo basura”?, pensarás. Todos conocemos bastante bien qué es el spam en sus formas más básicas (ofertas no deseadas, publicidad engañosa, intentos de estafa, etc.). Sin embargo, los filtros de correo basura a menudo engloban en esta categoría otros tipos de mensajes que no son necesariamente no deseados. Si quieres comprobarlo, basta con que revises la carpeta de correo basura de tu e-mail y seguro que encuentras algún mensaje que no era spam, pero quedó retenido en ella.

Ahora extrapola este problema a mayor escala; por ejemplo, una lista de correo de suscriptores a los que envías el boletín de tu web o blog, o el de tus clientes.

Mandas un mensaje con una oferta o una novedad importante, pero tiene un impacto mucho menor del que esperabas. ¿Por qué? Como ya hemos comentado en otros artículos sobre e-mail marketing, las tasas normales están por debajo del 20 % en el caso de las aperturas y del 3 % en el caso de los clics. Es decir, de cada 100 personas a las que envías un mensaje, solo 20 lo abren y apenas tres hacen clic en los enlaces que contiene. Si a esto le añades que, por culpa del filtro de spam, uno de cada seis mensajes ni siquiera llegan a su destinatario, te harás una idea de la importancia que tiene hacer todo lo posible por evitar que tus mensajes sean considerados correos basura. Vamos a ver algunos consejos para prevenir que esto suceda.

Usa una dirección de correo electrónico profesional

Tener una página web con un dominio o dirección de Internet propios es un requisito básico para contar con una marca personal reconocible que te ayude a conseguir y fidelizar clientes. Sin embargo, ya sea por desconocimiento, comodidad o por no querer gastar dinero, muchos freelance siguen trabajando con cuentas de correo electrónico gratuitos como Gmail o Yahoo.

Esto no solo es un error de cara a proyectar una imagen profesional ante tus clientes, sino que también aumenta las posibilidades de que tus mensajes sean considerados “basura” por los filtros de los programas de correo electrónico. La razón es que la inmensa mayoría de los envíos de correo basura se hacen con estas direcciones gratuitas, que son de “usar y tirar”: cuando la mayoría de filtros han bloqueado el e-mail por hacer spam, simplemente crean una nueva cuenta con un servicio gratuito y siguen enviando los mismos mensajes no deseados. Por lo tanto, hazte con una cuenta de correo corporativa que tus clientes puedan reconocer.

No envíes mensajes o publicidad no deseada

Otra norma que debería ser sagrada, pero a menudo no se cumple, es no enviar nunca mensajes o publicidad no deseada. En primer lugar, eso infringe las normativas de protección de datos y puede provocar que tengas complicaciones legales o incluso que te multen.

En segundo lugar, cuando alguien recibe un mensaje tuyo que no ha solicitado, es fácil que lo marque como “spam” en su filtro de correo basura. En adelante, todos los mensajes que le envíes a esa persona irán directamente a la carpeta de correo basura. Además, el algoritmo del filtro de spam puede añadir tu dirección al grupo de remitentes sospechosos y eso haría que tus mensajes sean bloqueados automáticamente por todos los usuarios del servicio.

En lugar de eso, asegúrate de pedir permiso para enviar mensajes o boletines a tus clientes y suscriptores añadiendo campos de “opt-in” o consentimiento a los formularios de tu web. Y no compres bases de datos de marketing en Internet que no estén debidamente autorizadas.

Pide a tus clientes y suscriptores que te añadan a su agenda

De la misma manera que los filtros de spam crean listas de direcciones sospechosas para bloquearlas, también trabajan con listados de direcciones seguras. Por ejemplo, las direcciones que figuran en la agenda de contactos del usuario, que ya saben que no tienen que bloquear.

Por lo tanto, cuando empieces a trabajar con un nuevo cliente o consigas un nuevo suscriptor, es recomendable pedirle que te añada a su libreta de direcciones de correo. Así le será más cómodo contactar contigo cuando necesite algo, y de paso te asegurarás de que ninguno de tus mensajes futuros acaba en la carpeta de correo basura por culpa del filtro de spam.

Uno de cada seis mensajes de correo electrónico que se envían acaba en la carpeta de #spam. ¿Sabes cómo evitarlo?

Utiliza una plataforma de e-mail marketing para tu boletín

Cuando tienes que enviar mensajes a centenares o miles de usuarios a la vez, el riesgo de que los filtros de spam te acaben bloqueando se dispara. La razón es que estos sistemas detectan una actividad inusualmente elevada para tratarse de una cuenta de correo electrónico normal, por lo que pueden interpretar que estás realizando publicidad no deseada por e-mail.

Además, realizar envíos masivos de e-mails desde tu correo personal o de empresa no es muy práctico: es fácil cometer errores (como poner a todos los remitentes en copia visible para los demás) o saturar tu programa de correo electrónico hasta que acabe de enviar todos los mensajes o provocar que se bloquee al superar el límite de capacidad que tiene la cuenta.

Como alternativa, si necesitas enviar muchos correos electrónicos (para una campaña de ventas o un boletín, por ejemplo), usa una plataforma de e-mail marketing profesional. Muchas de ellas son gratuitas si te ajustas a los límites establecidos y gestionan los envíos para que los mensajes salgan progresivamente y se reciban sin disparar las alarmas de los filtros de spam.

Cuida los asuntos de tus mensajes de correo

Por regla general, los filtros de spam bloquean por defecto todos los mensajes cuyos asuntos les parecen sospechosos o demasiado imprecisos. En este sentido, debes evitar dejar en blanco el campo del asunto, poner una sola palabra o abusar de recursos como las mayúsculas, los signos de interrogación o exclamación, etc. Evita también el uso de expresiones como “oferta”, “descuento”, “promoción”, etc. No es solo porque los filtros de spam pueden considerarlos inadecuados, sino porque los receptores reciben muchos mensajes similares cada día y lo más probable es que lo manden a la papelera sin ni siquiera echarle un vistazo.

En vez de hacer eso, apuesta por líneas de asunto creativas o descriptivas, que permitan saber de qué va tu mensaje y por qué deberían leerlo; o bien juega con asuntos sugerentes, evocadores, provocativos o divertidos. ¡Haz que a los destinatarios les apetezca abrir tu mensaje!

Busca un equilibrio entre texto e imágenes

Por lo general, es habitual pensar que, a la hora de vender, una buena imagen vale más que mil palabras. Sin embargo, en el caso del marketing por correo electrónico, esto no es cierto.

La razón es que los filtros de spam penalizan los mensajes que solo contienen imágenes o que tienen poco texto, al considerar que es más probable que se trate de publicidad no deseada.

Otro problema es que muchos programas de correo bloquean por defecto las imágenes externas de los mensajes por razones de seguridad. Por lo que, si tu correo electrónico solo contiene imágenes, el receptor no podrá ver el contenido. Para evitar este problema, asegúrate de combinar imágenes y texto en tus boletines y mensajes comerciales, de forma que quien los reciba pueda entender el contenido aunque solo vea la parte del texto.

No envíes mensajes si no tienes nada que decir

El último consejo es probablemente el más importante de todos: si no tienes nada interesante que decir o aportar a tus clientes o suscriptores, abstente de enviarles nuevos mensajes.

Como hemos visto al principio, el correo electrónico es una herramienta de comunicación saturada. Cada vez cuesta más conseguir la atención de los receptores y, si te dedicas a enviarles mensajes intrascendentes, te acabarán mandando a la carpeta de correo basura.

Cambia el chip: apuesta por una estrategia de comunicación que prime la calidad por encima de la cantidad. Es mejor enviar un boletín al mes repleto de información útil que un boletín semanal repitiendo más o menos lo mismo; si tienes que explicar algo importante, hazlo con un mensaje breve y al grano (y con un asunto que deje claro por qué deben leerlo); si alguien te dice que no lo interesa lo que mandas, dale de baja de tu lista de correo; y si quieres llegar a más clientes, suscriptores, etc. combina el e-mail marketing con otras herramientas de gran eficacia como el marketing de contenidos, las redes sociales o la publicidad en buscadores.

¿Has tenido alguna vez problemas con los filtros de spam? ¡Cuéntanos qué pasó!

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