Qué estudios y experiencia necesitas para ser redactor freelance

¿Qué estudios o experiencia son necesarios para ser redactor freelance?. En principio, podría parecer que basta con saber escribir bien y manejarte correctamente con los ordenadores e Internet. Sin embargo, esto no es suficiente. Si quieres captar una clientela estable y aprovechar las oportunidades de negocio que ofrece el mercado, te recomiendo formarte bien y haber trabajado previamente en empresas del sector de la comunicación o el marketing para acumular experiencia y contactos. Te cuento cuál ha sido mi camino para llegar a vivir de mi trabajo como redactor freelance, que no era precisamente lo que quería ser de niño...

¿De qué manera llega un periodista que ha recorrido editoriales, agencias y departamentos de marketing a trabajar como redactor freelance? ¿Qué le pasa por la cabeza para dejar un trabajo fijo y hacerse autónomo? Hoy quiero compartir con vosotros el camino que tras 15 años de profesión me llevó a ser redactor freelance, por si os sirve de “inspiración”.

De escritor precoz a estudiante de periodismo

Desde pequeño, siempre me ha gustado escribir y empecé a participar en concursos literarios y periodísticos en el colegio y en el instituto. Gané algunos premios y eso me reafirmó en mi convicción de que mi futuro profesional pasaba por la escritura.

Cuando llegó el momento de terminar el instituto y elegir una carrera que me permitiera desarrollar este objetivo, me incliné por el periodismo (en otros países sí existen estudios superiores para escritores, como los que ofrece el Instituto Mallea en Argentina). La verdad es que si hubiera sabido de otros estudios enfocados a ser “escritor” los hubiese elegido, pero pensé que con el periodismo al menos tendría algunas asignaturas en las que podría escribir.

Lo cierto es que la carrera de periodismo no fue tan satisfactoria como esperaba, ya que me obligaron a estudiar un montón de materias que no guardan relación con el trabajo que realizo actualmente. Sin embargo, también tuve ocasión de cursar diversas asignaturas de redacción, edición, maquetación, diseño, etc. que me han sido muy útiles a lo largo de mi carrera como redactor freelance.

Otra posibilidad, dentro de los estudios de comunicación, sería especializarte en publicidad y elegir las asignaturas relacionadas con la creación de textos publicitarios, lo que en el argot del sector se conoce como “copywriter”.

Si no has tenido posibilidad de ir a la universidad o no ves clara la necesidad de cursar una carrera de cuatro años para desempeñar esta tarea, entonces te recomiendo que al menos sigas algunos cursos de redacción o copywriting. Te enseñarán cosas importantes que luego podrás aplicar a tu trabajo para ofrecer un mejor servicio, dar valor añadido y poder cobrar tarifas más altas a los clientes.

Mis inicios en medios locales y revistas raras

Cuando llegué a la universidad, desde el primer día los profesores me advirtieron de que el sector estaba muy mal y que más valía que me buscara la vida por mi cuenta si quería tener algún futuro. Por ese motivo, desde el primer semestre de carrera empecé a colaborar con revistas y televisiones locales: primero sin cobrar, luego cobrando una miseria y finalmente cobrando una miseria igual, pero al menos con un contrato.

Cuando ya estaba a mitad de la carrera, me cansé de trabajar como un burro a cambio de un sueldo paupérrimo en medios locales que aparecían y desaparecían como setas, así que me puse a buscar unas prácticas “serias” para mejorar mi currículum.

Acabé entrando en una editorial de revistas técnicas, donde durante un par de años me tocó escribir sobre los temas más inverosímiles sin tener la más mínima formación sobre ellos: jardinería, artes gráficas, peletería, puericultura… El contenido que hacíamos básicamente servía para rellenar los huecos entre los anuncios, prácticamente no se lo leía nadie. Pero, visto en perspectiva, fue una gran escuela porque aprendí a escribir bien, deprisa y buscándome la vida, algo imprescindible para cualquier redactor.

El salto al mundo de las agencias de comunicación

Me fui de la editorial porque las condiciones laborales empeoraron y llego un momento en que ya no era posible compatibilizarlo con mis estudios. Después de eso, conseguí otras prácticas en una agencia de comunicación (el periodismo es una carrera maravillosa que te permite seguir haciendo prácticas hasta pasados los 30 años).

La elección respondió a que, cuando estaba en la revista, tenía mucha relación con los gabinetes y agencias de comunicación y pensé que “vivían muy bien”. Me equivoque, porque el trabajo en una empresa de este tipo no es nada sencillo y resulta muy estresante. Sin embargo, me permitió trabajar con clientes internacionales y desarrollar mis habilidades como redactor preparando notas de prensa, dossiers de prensa, artículos para medios, etc. En definitiva, convertirme en un verdadero “negro” del periodismo al servicio de la comunicación corporativa.

Sin embargo, el trabajo no me acababa de gustar porque la mayor parte del tiempo debía dedicarme a convencer a periodistas para que publicaran notas de prensa de mis clientes que en muchos casos (ahora puedo confesarlo) eran totalmente infumables. Y yo lo que quería hacer era escribir.

El lado oscuro: ahora soy de marketing 

Tres años después, dejé la agencia de comunicación para unirme al departamento de marketing de una nueva empresa tecnológica. Después de haber trabajado en editoriales y en agencias, pensé que seguramente en las empresas se vivía mejor, ya que es donde está el dinero para hacer marketing.

No me equivoqué: fueron dos años de trabajo muy gratificantes (y estupendamente remunerados) en los que tuve un papel decisivo a la hora de configurar la estrategia de marketing y comunicación de la empresa. También me harté de escribir todo tipo de contenidos para las diferentes acciones de marketing y comunicación que hacíamos: notas de prensa, textos para la web, folletos, catálogos, e-mailings… Desde luego, fue como un máster en marketing digital pero cobrando en lugar de pagar.

Y por fin, llegué a ser redactor freelance

Sin embargo, lo de la “start-up” acabó mal (muy mal), con casi todo el mundo en la calle y algunos incluso en el juzgado. De modo que, decidí que ya había llegado el momento de establecerme por mi cuenta.

Tras haber pasado por prácticamente todas las facetas de la profesión periodística (medios, agencias y departamentos de marketing de empresas) solo tenía una certeza: en todos estos ámbitos se necesitaban profesionales externos capaces de escribir textos de calidad a precio competitivo y sobre todo con mucha rapidez. Por ese motivo decidí trabajar como redactor freelance y dirigirme a clientes como aquellos para los que había trabajado en mis etapas anteriores.

Esto fue hace en 2006 y creo que acerté: he conseguido vivir de este trabajo, gano más dinero que antes y sobre todo tengo la libertad de no tener que depender de jefes que no tienen ni idea o de organizaciones diseñadas para exprimir a sus trabajadores. A cambio, nunca más volveré a contar con la seguridad de tener una nomina fija a fin de mes, pero en fin, nada es perfecto…

En resumen, después de formarme como periodista y antes de convertirme en redactor freelance trabajé durante una década en periódicos y televisiones locales, editoriales de revistas, agencias de comunicación y departamentos de marketing de empresas. Esto me permitió desarrollar mis habilidades como redactor, conocer qué esperan exactamente los clientes y desarrollar los métodos de trabajo adecuados para poder ofrecer textos de calidad. También me proporcionó los contactos que se convirtieron en mis primeros clientes como freelance. 

No digo que sea necesario seguir mi itinerario (aunque te recomiendo probar diferentes facetas de la profesión para tener una perspectiva más global). Pero creo que cada año que dediques a trabajar para otras empresas, aunque no sea exactamente lo que quieras hacer, te preparará mejor para el momento en que decidas trabajar por tu cuenta. 

¿Qué estudios y experiencia consideras necesarios para ser redactor freelance?  

Comentarios

  • periodico paraguay
    25 septiembre 2012 at 19:49

    Muy buenooo!!!

  • Paula
    1 junio 2012 at 12:08

    Muy interesante, últimamente me planteo hacerme freelance como redactora pero da un poco de miedo… quizá me decida algún día!

  • Anónimo
    29 mayo 2012 at 12:05

    Un post estimulante para quienes nos apasiona escribir… gracias

  • Anónimo
    28 mayo 2012 at 18:07

    Hola Belén:

    a mí también me picó el "gusanillo" de escribir desde pequeño y no sabría hacer otra cosa, de modo que es una suerte que pueda vivir de ello 🙂

    Saludos!

    Roger

  • Anónimo
    28 mayo 2012 at 18:06

    Hola Valentina:

    gracias por tu comentario.

    Siempre recomiendo haber trabajado antes un tiempo en empresas antes de establecerse como freelance, te da más perspectiva y contactos valiosos.

    Desde luego, la experiencia no tiene porqué ser como la mía, pero recomiendo ese paso previo.

    Saludos,

    Roger

  • Belén
    28 mayo 2012 at 15:11

    Lo que es cierto es que uno va formando su experiencia tomando de aquí y allá y sabiendo aplicarlo. Creo que todas las decisiones que has ido tomando te han configurado como un gran redactor.

    Por mi parte, más que decidirme fue que no tengo otro remedio: no puedo evitar escribir. Desde el principio se me han ofrecido contratos no muy espectaculares, pero eso sí, no he escrito prácticamente nada por cuenta ajena, quitando los contenidos de cursos e-learning.

  • RC
    25 mayo 2012 at 19:56

    Gracias por contar tu experiencia. Yo también me dedico a la redacción freelance como forma de complementar mis ingresos.

  • Valentina
    25 mayo 2012 at 13:54

    Estimado Roger:
    Es muy interesante que nos hayas contado las experiencias que te convirtieron en redactor freelance y te agradezco por ello. En tu caso y en el de otros periodistas independientes, he visto que la decisión de volverse freelance llega como resultado de una larga trayectoria en los medios. ¿Crees que es posible iniciarse y establecerse como periodista freelance sin esa experiencia previa?
    Saludos,
    Valentina

  • Anónimo
    25 mayo 2012 at 11:46

    Hola:

    afortunadamente los problemas legales que tuvo la empresa no tenían nada que ver con mi trabajo.

    Simplemente, resultó que las personas que dirigían el proyecto no hicieron las cosas bien.

    Hasta aquí puedo leer…

    Saludos,

    Roger

  • Anónimo
    25 mayo 2012 at 09:35

    lo de la cárcel me da un poco de repelús… ¿Puedes concretar? :S

  • Daniel
    24 mayo 2012 at 20:17

    Gracias por compartir tu historia.

    Mi camino ha sido algo diferente pero he llegado al mismo punto que tú (aunque mis ingresos como freelance no me permiten vivir exclusivamente de ello).

    Yo siempre tuve claro que lo que más me gustaba y mejor sabía hacer era escribir.

    Recuerdo que un amigo del instituto y yo hicimos una especie de cápsula del tiempo y metimos en ella nuestros objetivos para el futuro. Él escribió que quería ser astrofísico y yo escritor. Él lo ha logrado (y con mucho éxito y reconocimiento por cierto) y yo no.

    Me perdí en el camino y no me tomé en serio lo de ganarme la vida escribiendo hasta que empezó a achucharme la crisis. Ahora estoy en ello, supongo que nunca es tarde.

    Lo único que sé es que los euros que me gano escribiendo tienen para mí más valor que los que gano por otros medios.

    Un saludo

    Daniel

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