Desde hace un tiempo sigo The Freelancer, el blog de la plataforma de marketing de contenidos Contently, y he encontrado dos artículos muy interesantes y que han tenido mucho éxito en las redes sociales.
Están en inglés y se titulan «10 errores que arruinarán tu carrera como freelance» y su continuación «10 errores más que (pueden) arruinar tu carrera como freelance». A partir de estos posts, he recopilado los errores que creo que mejor se aplican al trabajo de los redactores freelance.
Son equivocaciones de las que a menudo no eres consciente pero que frenan tu trayectoria como redactor freelancer. ¿Has cometido alguna de ellas? ¡Yo te puedo asegurar que sí!
1) No valoras lo suficiente tu trabajo
Como he comentado a menudo, el precio medio que cobran los redactores en español por escribir un artículo para blog de 300 palabras es de 10 euros; muchos cobran 5 euros o incluso menos, según la Infografía del Redactor Freelance. ¿Cómo puedes ganarte la vida con estas tarifas? Cobrar precios más bajos que otros redactores puede parecer una buena estrategia de lanzamiento, pero a la larga te desmotiva porque no sacas provecho de tu talento y trabajo.
2) Haces trabajo extra sin cobrar más
«¿Te importa subir el post a mi WordPress?», «¿Puedes buscarme una foto o vídeo gratis?», «Publícamelo también en las redes sociales». Son peticiones habituales de los clientes que se piensan que este tipo de tareas adicionales «no cuestan nada». Pero sí cuestan tiempo y esfuerzo, de modo que debes explicarles que estarás encantado de hacerlo, pero tiene un coste adicional. De lo contrario, acabarás haciendo mucho más de lo que realmente te pagan.
3) Aceptas trabajos que no te hacen crecer
Todos hemos aceptado los típicos encargos de mucho volumen, poco valor añadido y tarifa escasa, del tipo escribir un texto sobre tarot con 20 variantes para publicarlos como «mejor tarot en Barcelona», «mejor tarot en Valencia», «mejor tarot en Madrid», etc. Son tareas que ayudan a la supervivencia, pero… ¿mejoran tu reputación y habilidades como redactor freelance? A veces es mejor decir que no y buscar trabajos de más calidad y nivel, o te pasarás la vida escribiendo la misma porquería.
4) No construyes y cuidas tu reputación
Trabajar mucho no basta: para tener éxito en tu carrera como redactor, debes construir una reputación que te diferencie de los demás y motive a los clientes a elegirte en lugar de otro profesional. Eso implica tener una buena página web, ser activo en las redes sociales, especializarte en los temas que dominas y firmar tus textos siempre que sea posible.
5) Escribes sin investigar ni contrastar
Vale: con lo que te pagan, no puedes dedicar mucho tiempo a documentarte. Pero investigar e informarte antes de escribir es imprescindible para redactar artículos que valen más de 10 euros. Además, si improvisas puedes cometer algún error que ponga en ridículo al cliente, provoque que se enfade contigo y… ¡luego a ver qué haces cuando un cliente no te paga!
6) Tus e-mails son demasiado largos
Este es un error que he cometido con frecuencia: cuando respondes a un cliente que te pide presupuesto o le contactas para ofrecer tus servicios, quieres contarlo todo en el primer mensaje y te acaba saliendo un «rollo» de dos páginas que nadie va a leer. ¿Qué pensará un cliente de tu trabajo si se aburre solo con leer un mensaje tuyo? A la hora de vender tus servicios, procura ser conciso y directo: transmite más profesionalidad. Para ir al grano y no dejarte nada, mira estos consejos prácticos que doy para contactar con clientes a puerta fría.
7) Escribes de todo y no eres experto en nada
Cuando empecé a trabajar por mi cuenta, me gustaba definirme como un redactor todoterreno capaz de escribir sobre cualquier cosa. Esto me ha causado algunos de los peores disgustos de mi carrera cuando he intentado, por ejemplo, escribir documentos académicos sobre geología o artículos para un blog sobre ascensores. Sé humilde: reconoce que no puedes escribir sobre cualquier tema, porque cuando no tienes ni idea, se nota en el resultado.
8) No tienes una presencia online activa
Me alucina que haya tantos redactores freelance que ni siquiera tienen una página web para ofrecer sus servicios. ¿Cómo pretendes que un cliente te encuentre? Ser invisible en Internet te condena a postularte solo para las ofertas de trabajo abusivas para redactores que se publican en webs de trabajo freelance y páginas que pagan por escribir artículos, donde siempre competirás con otros candidatos dispuestos a venderse más baratos que tú. Dedica un tiempo a crear tu página web de redactor freelance, abre perfiles en las redes sociales y también comenta en otras páginas y blogs de tu sector, para darte a conocer y captar clientes que visitan estos sitios.
9) Te tomas las críticas como algo personal
No es personal, son negocios. Algunos clientes elegirán tu propuesta y otros preferirán a un profesional que posiblemente piensas que está menos preparado que tú. Algunos clientes elogiarán tus textos y otros te dirán crudamente que son una basura. No hay que hacer un mundo de esto: usa las críticas para aprender y mejorar, huye de los tipos de clientes más conflictivos y sobre todo asegúrate de que van a pagarte si has hecho el trabajo requerido.
10) Te quejas y pones excusas todo el día
«Las tarifas que se ofrecen son ridículas». «Los clientes no valoran los contenidos de calidad». «La cuota de autónomos es cara». Etc. Hay muchas excusas para estar todo el día quejándote, pero la realidad es que cada vez más personas se ganan la vida trabajando como redactores freelance. Yo llevo diez años en esto, he sufrido todos estos problemas y he cometido muchos de los errores que enumero; pero aquí sigo porque me encanta mi trabajo. ¡Y no me considero más listo ni con más talento que tú!
¿Cuáles de estos errores crees que has cometido? ¿Cuáles añadirías?
Laura Elena
13 febrero 2016 at 21:17Como siempre excelente trabajo Roger! Yo he cometido varios de estos errores, pero esto es un aprendizaje continuo. Saludos!!
Roxana
5 febrero 2016 at 08:57Hola Roger, muchas gracias por el artículo. En mi caso el error que cometo está en el punto ocho. Sí, parece mentira pero es así. Empecé hace poco y todavía no sé muy bien cómo encarar lo de la página web
También quiero agradecerte por el blog, me resulta de mucha ayuda.
Redactor Freelance
5 febrero 2016 at 07:56¡Sí que me pasa! Y le acabo dedicando más horas de las que debería, pero cuando algo te gusta no importa. Lo malo es tener que dedicar tiempo a documentarte y escribir sobre lo que no te interesa 🙁
Redactor Freelance
5 febrero 2016 at 07:55Gracias por tu amable mensaje Noel, me alegra de que este blog te resulte útil!!!
Redactor Freelance
5 febrero 2016 at 07:55Bueno, es que a veces pasa que el cliente no tiene muy claro lo que quiere y cuando "rascas" un poco cambia de idea 🙂
Hiedrita
5 febrero 2016 at 07:06Enhorabuena por el artículo Roger, como siempre nos ayudas un montón con tus contenidos.
En mi caso me siento identificada con los errores del principio, sobre todo al inicio de mi carrera como redactora freelance en la cuál he realizado muchos trabajos extra por el mismo coste. A día de hoy he aprendido y ya no lo hago. Al igual que tu, también he aceptado trabajos de temáticas que ni me gustan ni domino y el resultado era una ardua investigación previa, en la que al final perdía dinero por el tiempo invertido y sentía una desmotivación total.
Estoy firmemente convencida de que escribir es un arte, que al igual que la pintura o la escultura, necesita un talento innato. Todo sale de nuestra cabeza (si somos honestos y no hacemos copywritting claro), ¿Acaso no os ocurre cuando os encargan un artículo sobre un tema que os apasiona que ponéis toda vuestra pasión en él? A mi si….
Muchas gracias Roger
NJosé Vásquez
4 febrero 2016 at 18:28Hola, Roger. Sinceramente, excelente articulo. La palabra "reconocer", en la práctica, es una virtud y componente de la humildad. Decir la verdad es una etapa y aplicarla es otra. Es el proceso que garantiza el verdadero crecimiento, fundamentado en la verdad y sobre bases sólidas. Sin embargo, es necesario e imperativo no perder de vista a la humildad, no solamente como palabra sino como actitud que nos ayude a no desviarnos y mucho menos perder el norte de nuestra meta. Como Cristiano, estoy agradecido con mi Señor por toda su ayuda, sobre todo aquella, donde ha colocado a personas como usted y a muchos otros, profesionales y no profesionales, en las redes sociales que aportan y con los cuales, he aprendido y aspiro seguir aprendiendo. Finalmente, Todo trabajo, debe ser valorado, sobre todo si está bien hecho.
Sigamos aprendiendo, sigamos hacia adelante. Un abrazo y ¡Animo!
Esteban Acuña
4 febrero 2016 at 17:55Lo que me ha ocurrido a mí es más o menos lo que se explica en el punto 6. Me enviaron un correo solicitando mis servicios y me pidieron una cotización. Mi respuesta -me di cuenta después- era un lote de preguntas que le pedía al cliente que me contestara para poder darle un precio razonable. ¿Qué pasó? no me contestó más.