Cuando empecé a trabajar como redactor freelance hace diez años, cometí una equivocación típica de principiante: comprar un ordenador portátil para trabajar en casa. Es un error por varios motivos: un portátil ocupa mucho espacio en el escritorio, la pantalla y el teclado son demasiado pequeños para teclear todo el día y la batería se estropea si la tienes siempre enchufada a la corriente.
En lugar de eso, ahora utilizo un ordenador mini como por ejemplo el HP Slimline (con Windows) o el Apple Mac Mini (con Macintosh). Son equipos muy pequeños, que puedes colocar en cualquier sitio y hacen exactamente lo mismo que un ordenador de torre o un portátil, pero te ahorran un montón de espacio y también son un poco más económicos.
Como ya expliqué en el famoso incidente de la inspectora de la Seguridad Social, mi pareja trabaja conmigo en casa. Por lo tanto usamos diferentes ordenadores y antes nos pasábamos el día enviándonos archivos por e-mail o mediante una memoria USB para imprimir, pasar cambios, etc. Hasta que descubrí un sistema muy sencillo para conectar dos ordenadores, que te será útil aunque trabajes solo (por ejemplo para mover contenidos del ordenador viejo al nuevo).
Se trata de usar la función Conectar a unidad de red de Windows. Para activarla, debes ir al explorador de archivos de Windows, colocarte en Red, pulsar con el botón derecho del ratón y seleccionar esta opción. Después solo tienes que indicar a qué equipo de tu red deseas conectarte y podrás acceder para compartir archivos sin necesidad de montar una red doméstica ni nada que sea complicado. Funciona tanto con Wi-Fi como con una conexión de cable. ¡Súper útil!
Hace más de una década que soy cliente de Telefónica y os podéis imaginar que en este tiempo me han hecho toda clase de faenas, incluso tuve que llevarles a juicio una vez. La penúltima fue que, cuando me mudé a mi apartamento actual, el wifi no llegaba a todas las habitaciones (y eso que el piso tiene 65 metros cuadrados). Tras probar todo tipo de trucos (mover de sitio el enrutador, orientar las antenas, etc.) y pedir insistentemente que me cambiaran el aparato por uno más potente, al final me cansé y me compré un router de pago.
Fue todo un descubrimiento: no solo solucionó para siempre mis problemas de cobertura, sino que ahora navego más rápido y tengo acceso a un montón de funciones muy útiles. Por ejemplo, puedo ver quién se conecta a mi red, bloquear a los vecinos gorrones, cambiar la contraseña del wifi, apagar el router automáticamente por la noche o cuando no lo uso…
El enrutador que utilizo es el FRITZ!Box de AVM, una marca alemana. Pero cualquier router actual que no sea el básico que instalan las operadoras incluye la mayoría de estas funciones avanzadas.
No hay nada que me enfade más que tener que volver a escribir un texto porque he borrado o perdido accidentalmente el archivo original. ¡Cuando me pasa eso, puedes oír mis gritos de desesperación desde la calle! Después de varios desastres informáticos que me provocaron problemas con algunos clientes, decidí comprarme un disco duro externo WD Elements.
Lo tengo conectado a mi ordenador y hace copias de seguridad constantemente de todo lo que escribo. De modo que, si ocurre cualquier problema en el ordenador o borro accidentalmente algún archivo, puedo recuperar la última versión del fichero que había guardado, en lugar de volver a escribirlo de nuevo.
Antes hacía copias en CD o en una memoria USB, cuando tenía tiempo o me acordaba, pero desde que conecté el disco no tengo que preocuparme de nada y todos mis archivos están a salvo.
Pensarás que me repito: si ya has decidido hacer una copia de seguridad en un disco externo como te recomendaba en el apartado anterior, ¿por qué hacer una segunda copia de seguridad en la nube? Por una razón muy sencilla: nunca se sabe lo que puede pasar.
Imagina que roban en tu casa y se llevan, además del ordenador, el disco externo donde habías hecho una copia; o bien hay un incendio, una inundación porque el vecino de arriba se deje el grifo abierto o cualquier otra catástrofe, y se dañan tanto el ordenador como el disco de respaldo. ¿Qué harías sin todos tus archivos, facturas, contactos de clientes..?
Como más vale prevenir que lamentar, te aconsejo hacer una copia de seguridad en la nube, adicional a la copia que hagas en un disco externo (cuando digo «la nube» me refiero simplemente a Internet).
Hay muchos programas y servicios de copia de seguridad en la nube, pero si no quieres complicarte la vida haz como yo: crea una cuenta gratuita en Google Drive o cualquier otro servicio de almacenamiento en la nube y, una vez por semana, copia todos tus archivos del ordenador a una carpeta de tu cuenta en la nube. Es lento, por lo que suelo hacerlo el fin de semana o por la noche y dejo el ordenador encendido hasta que acaban de copiarse todos los archivos. Fácil y sencillo.
Tal vez esté un poco anticuado, pero cuando escribo un texto importante me gusta leerlo al menos una vez en papel y siempre se me ocurren cambios y mejoras que no veía en la pantalla. Cuando trabajaba en empresas, no era consciente del coste de la tinta y el papel, pero al hacerme autónomo… ¡me di cuenta de que había que reducirlo como fuera!
Primero me compré una enorme impresora láser de oficina que solo imprimía en blanco y negro y tenía unos recambios carísimos. El vendedor aseguró que me duraría toda mi vida profesional; pero a los pocos años se estropeó y arreglarla costaba más que comprar una nueva.
Como no puedo estar sin imprimir, adquirí de urgencia una impresora multifunción HP Deskjet que me costó muy barata… ¡y es fantástica! Ocupa mucho menos espacio que la otra que tenía, imprime en color o en blanco y negro, también escanea (genial para documentación o contratos), es rápida, muy silenciosa y no me ha fallado en años.
¡Una auténtica maravilla!
Siguiendo con el tema de las impresiones, otro de los grandes problemas que siempre he tenido eran los cartuchos. Imprimo relativamente poco y por temporadas, es decir, puedo pasarme semanas sin imprimir y en un proyecto importante tener que imprimir 100 páginas en pocos días.
Por eso, comprar cartuchos de tinta originales no me salía a cuenta: me quedaba sin tinta en el momento más inoportuno o, peor aún, se me secaban en la impresora tras un tiempo sin utilizarlos. Los cartuchos compatibles, genéricos, etc. tampoco eran la solución porque la mayoría que he probado imprimían peor (y los buenos no eran fáciles de encontrar).
Al final me apunté al programa HP Instant Ink, que es un servicio de tinta de pago por uso.
Funciona de la siguiente forma: cuando te registras, te mandan a casa un paquete de cartuchos totalmente gratis. Los instalas y, a partir de ese momento, solo pagas por las páginas que imprimes. Hay varios planes de 15, 50, 100… páginas al mes y mensualmente te facturan solo las páginas que has impreso. No tienes que comprar más cartuchos y, antes de que se acaben, te mandan a casa un nuevo cartucho original. ¿Cómo es posible? Porque tu impresora se comunica con HP a través de Internet para notificar las impresiones que realizas y así ellos saben cuánta tinta has gastado y cuándo necesitarás más.
Yo estoy encantado con esta solución, pago de 3 a 5 euros cada mes por lo que imprimo frente a los 20-30 euros que me costaban antes los cartuchos originales o compatibles, y ya no me tengo que preocupar más por ir a comprar cartuchos o porque se me acabe la tinta cuando necesito imprimir.
¿Tienes montada la oficina en casa? ¿Qué ordenador, impresora, etc. utilizas? ¡Cuéntanos!
Soy periodista, redactor freelance y bloguero desde 2006. Escribo para otros porque quiero comprar tiempo para escribir para mí. Además, enseño a otros freelance cómo ganar dinero trabajando por su cuenta en RedactorFreelance.com y mediante mi ebook «Guía del Redactor Freelance». ¡Si quieres hablar, contacta!
Redactor Freelance
16 enero 2020 at 09:40Muchas gracias por tu aportación, Ferran. He tenido SAI en algunas empresas en las que he trabajado, pero a nivel particular no me lo había planteado.
Sin embargo, después de lo que cuentas lo voy a valorar seriamente pues en efecto he tenido algunos aparatos (afortunadamente no informáticos) que han sido dañados por cortes y subidas de tensión durante tormentas.
¡Saludos!
Ferran Marín Ramos
15 enero 2020 at 22:14Hay un elemento importantísimo que no se menciona en el artículo: el SAI (sistema de alimentación ininterrumpida). Puedes encontrar algunos modelos por unos 50€ en Amazon. Este aparato absorberá los picos de subida o bajada de tensión eléctrica y en caso de apagón te permitirá guardar el trabajo y apagar el equipo con seguridad. No le damos importancia, pero las variaciones de tensión o la interrupción brusca del suministro puede causar la pérdida del trabajo que estamos realizando, corromper el sistema operativo (Windows no llega a arrancar y se queda "pensando" en un bucle infinito, como nuestra desesperación), borrar datos de unidades internas o externas e incluso dañar el disco duro (los SSD y los Pendrive son especialmente sensibles a los fallos eléctricos). No sería raro tampoco que llegara a dañar la placa base. Pues eso…
Redactor Freelance
26 octubre 2018 at 07:32Entiendo lo que dices, pero un portátil también ocupa espacio y es poco ergonómico. ¡Prueba a escribir 8 horas al día, 5 días a la semana en un portátil y me cuentas! Para ahorrar espacio, un todo en uno (ordenador integrado en la pantalla) también es interesante. ¡Saludos!
daguirreg
25 octubre 2018 at 18:27Del ordenador pequeño es muy interesante aunque por lo del espacio como quiera ocuparías para un monitor o pantalla y que me dices del teclado? Pienso que la mejor opción es una portátil. Saludos.
Redactor Freelance
10 octubre 2018 at 08:33En mi caso no me ocurre eso porque mi pareja trabaja conmigo y no tenemos hijos. Pero cuando voy a visitar a mis padres, mi madre especialmente es incapaz de entender que esté en casa y trabajando, por lo que me interrumpe constantemente. Por eso, cuando necesito trabajar suelo irme a la biblioteca. ¡Saludos!
luzma
9 octubre 2018 at 16:50Trabajar en casa es terrible, aún no logro evitar los distractores, y que los demás respeten que estoy trabajando, es de locos, todos pidiendo que haga cosas porque soy la mamá y… "estoy en casa"…
Redactor Freelance
28 febrero 2018 at 11:12Totalmente de acuerdo contigo, Lorena. Un portátil está muy bien cuando viajas, pero para trabajar en casa resulta poco práctico y la batería se acaba estropeando al tenerlo conectado otro rato. Un ordenador de sobremesa es mucho mejor y si no tienes mucho espacio, los mini PC como los que comento son una estupenda solución para satisfacer las necesidades informáticas de un redactor sin tener que instalar un "armario" en tu mesa. También imprescindible una pantalla grande y de calidad, yo tengo que renovar la mía. Con el disco de WD estoy encantado y la impresora cada vez la uso menos, pero viene bien tenerla. Y lo del router no lo dudes: si te va lento, pide a tu proveedor que te lo cambie por uno más actual y en caso de que se nieguen, plantéate comprarte uno porque se nota mucho la diferencia. ¡Saludos!
Lorena
27 febrero 2018 at 19:31¡Hola Roger!:
Ahora sí que discrepo enormemente en el equipo. Yo, igual que muchos otros seguro, comencé con una laptop (computadora portátil/ordenador portátil). En realidad, en sus inicios era para la universidad, pero después cuando trabajaba escribiendo seguí usándola y vi que me quedaba corta… conseguí a un precio de risa (gracias a que mi novio había hecho una investigación de campo exhaustiva) un equipo de escritorio con una torre y una pantalla enorme, con la cual no podría estar más agradecida… tengo un escritorio dedicado a ello y es cierto que podría faltarme espacio en poco tiempo, pero como tiene el procesador rapidísimo, muchísima memoria (además de mi disco duro WD, que igual adquirí hace unos meses y estoy enamorada de él) y es mi primer cambio después de mi laptop… pues no me veo comprando algo que si le falla estoy frita. La torre que adquirí es silenciosa y sé que si algo le pasa puedo comprar hasta piezas genéricas en el centro de la ciudad, así que por ahora soy la mujer más feliz del mundo con este nuevo equipo. Lo que sí es que creo que buscaré un router, no lo había pensado, pero me desespera el internet y no encuentro manera de lograr que funcione sin fallas. Por cierto, lo de la impresora está en mi lista, pero no me había decidido, sin duda con lo que dices nada mejor que comenzar a cotizar y ahorrar para ello, que luego me piden que mande los contratos firmados y ahí me tienes buscando un lunes en la noche dónde imprimir para mandar lo que solicitan.
Gracias por las sugerencias =).
Redactor Freelance
30 diciembre 2016 at 07:57Tienes razón Rafael, hay que tener una copia fuera de casa por si pasa lo impensable (por ejemplo que se incendie tu piso o te roben y se lleven el ordenador y el disco duro). Yo uso Google Drive para copiar algunos archivos importantes, pero no he conseguido nunca realizar una copia de seguridad de todos mis ficheros por falta de espacio y sobre todo porque la subida es muy lenta. ¡Saludos!
Redactor Freelance
30 diciembre 2016 at 07:55Hola: si no tienes problemas de espacio, un ordenador de torre seguramente es la mejor opción para ampliar o actualizar el equipo en el futuro. Sin embargo, me parecen más ruidosos y tampoco son mucho más baratos que un ordenador mini como los que indicaba. ¡Saludos!
dbillyx
30 diciembre 2016 at 03:53Sobre el ordenador, he preferido de torre. Tengo así toda la confianza de saber que falla, aparte de poder encontrar piezas por si algo falla. Para una portátil por estos lugares se tarda en conseguir accesorios por si se le arruina algo. Un ejemplo, la tarjeta inalámbrica, si no es el driver es que no es compatible. Cuando en un ordenador solo conecto el cable del router a la torre y listo.
sdecomputacion
29 diciembre 2016 at 23:22Con las copias de seguridad mas es mejor. Tener una carpeta sincronizada en la nube tambien es aconsejable. Puede ser la mas famosa dropbox, aunque tambien se puede ser redundante en esto ya q hay otras. Aunque la mas sencilla de usar es dropbox. Claro esta, solo para data. Aun pagando por mas espacio no da para los tamaños de multimedia q se usa hoy dia.