Soy periodista, redactor freelance y bloguero desde 2006. Escribo para otros porque quiero comprar tiempo para escribir para mí. Además, enseño a otros freelance cómo ganar dinero trabajando por su cuenta en RedactorFreelance.com y mediante mi ebook «Guía del Redactor Freelance». ¡Si quieres hablar, contacta!
Este artículo no es para nada lo que ahora se vive en el mundo de la odontología, por lo menos en Perú, es todo lo contrario a este artículo.
Põ tanta conpetencia los precios se regatean peor que elmercado , no se cobra consulta, entre colegas se matan, etc…
Desde luego, Mariana.
El otro día discutía de esto con un compañero de otro sector que me reprochaba ser poco flexible en mis tarifas. Él me decía que la negociación de las tarifas es una parte del trabajo comercial.
Sin embargo, cuando trabajas con tarifas ajustadas, rebajarlas significa quedarte sin margen e incluso perder dinero al ofrecer un servicio.
Esto no tiene ningún sentido financiero y a la larga te lleva a la ruina, más si luego tienes que pagar a otros proveedores y colaboradores.
Un servicio cuesta lo que cuesta, si quieres pagar menos entonces hay que recortar por algún lado (prestaciones, dedicación, calidad, etc.)
¡Saludos!
Excelente artículo, Roger. Trabajo en el ámbito editorial, en edición de libros, y lo que comentas en la entrada, lamentablemente, es habitual y lo sufren/sufrimos correctores, traductores, maquetadores, editores y diseñadores.
Me he plantado hace ya un tiempo con estas situaciones y no transijo: yo debo cobrar lo que considero justo para pagar a mis proveedores y colaboradores lo que ellos consideran justo por ejecutar su trabajo. "¿Quieres pagar menos? Ningún problema. Sacamos X servicio y así se aligera el presupuesto". Pero pagar menos por el mismo volumen de trabajo no. Saludos.
Bueno, está bien que no seas el único que le ha calado 🙂
Jaja… pues en "petit commité" te diré que es EXACTAMENTE lo que piensan de él aquí… que va de mago con chistera y lo único que hace es delegar trabajo, chatear con el móvil (sí, para ver que todo lo que hacemos es "responsive"·, claro) y cobrar un pastón por no hacer NADA.
Ya ves, son los nuevos agoreros del siglo XXI. Según el Commerce Mamnager de aquí dentro de unos años desaparecerán. Santo Google nos viene de hace tan solo 20 años…. y ellos se irán con él (los dentistas, mientras tengamos dientes, espero que no desaparezcan).
Gracias Delfina. Pero esto no debería ser así cuando la prueba gratis sirve principalmente para que les hagas un trabajo sin cobrar y sin garantías de que te cojan. Yo, desde hace un tiempo, ya no hago pruebas sin cobrar y la mayoría de los clientes lo entienden. ¡Saludos!
Hola, Roger, muy buen artículo. A ver si nos ponemos las pilas. Cuando leía recordaba la cara de algunos médicos… Como traductora freelance además de redactora, te cuento que el tema de la "prueba gratis" es toooodo un tema. Lamentablemente, es la manera que tenemos los freelancers de hacernos conocer con las empresas, que, por lo general, no aceptan que les digas: "Echa un vistazo a mi redacción siguiendo este enlace a mi blog/CV visual/etc."
¡Gràcies Jordi! Yo creo que los del SEO deben haber estudiado en la misma academia que los dentistas… A mí me ha pasado algo parecido con algunos clientes a quienes al principio les llevaba el blog y las redes sociales. Cuando cogen a un experto en SEO, normalmente lo primero que hace el fichaje es agradecerme el trabajo, pero en adelante ya me encargo yo… Y me largan. Luego ves que no está haciendo ni la mitad de cosas que tu y que los resultados de tráfico, comentarios, etc. son peores que cuando lo hacía yo. Pero el cliente está encantado porque este chic@ sabe un montón de SEO… ¡SEO burros es lo que son!
Hola. Como siempre, el único blog al que sigo suscrito y nunca me pierdo ningún artículo. Siempre eres agradable de leer, aunque sea para recordar lo dura que es nuestra profesión. En mi multinacional tenemos a un profesional a quien todo el mundo valora como si fuera lo más y la verdad…muy simpático el chico pero lo tengo al lado y no pega sello mientras yo sigo picando piedra como un esclavo
..y gana tres veces más que yo. No…no es dentista. Sabéis qué es?
Es SEO!!!!
Podríamos hacer la misma analogía con esa gente, que van de magos con chistera?
No estoy de acuerdo con lo de la reputación social de los grupos de profesión sanitaria. Por ejemplo los enfermeros y auxiliares de clínica también hacen un trabajo muy importante y no siempre se les valora, ni se les paga lo suficiente. Creo que un cierto corporativismo bien entendido siempre ayuda a que una profesión sea más respetada y exclusiva, y esto los redactores no lo hemos sabido hacer nada bien.
¡Me encanta la analogía con los taxistas! Eso de elegir a los clientes es importante, porque algunas "carreras" no salen a cuenta finalmente 🙂
Nos hace falta elevar nuestra autoestima, porque parece que el trabajo de un dentista o un fontanero es súper complicado, pero en cambio cualquiera puede ponerse a escribir contenidos 🙁
¡Gracias, me alegro de que te guste!
Muy buena comparación, pero al tratarse de grupos de profesión sanitaria, la reputación social siempre es mayor…por desgracia, porque todas las profesiones son respetables…además la mayor parte de las personas cuando acuden al dentista lo hacen con un grado de congoja importante…
Por desgracia, tenemos una profesión donde hay mucho intrusismo y parece que todo el mundo sabe escribir y aún por encima ninguneando el sector por 4 perras…
Los dentistas, desde luego, se lo montan muy bien. Pero a mí siempre me provocaron más envidia los taxistas. Envidia malsana, lo confieso.
Cada día, los clientes le dicen al taxista a dónde quieren llegar (sin rodeos ni ambigüedades); él les lleva por el camino que considera más apropiado y pide que le paguen el precio que marca un contador digital cuando llegan al destino estipulado. Si un cliente les hace esperar, el taxímetro sigue corriendo. Si han de trabajar un festivo o en horario nocturno, cobran más.
A un redactor freelance, un cliente le dice más o menos lo que quiere, sin saber concretar demasiado; si el redactor redacta como estime más apropiado, la mitad de las veces no será lo que ese cliente quería (es común jugar a ser adivino, mentalista o directamente a emular a Anne Germain). A la hora de cobrar, marque lo que marque la tarifa por horas o por palabra "habitual", el redactor percibirá lo que haya regateado, con suerte, dependiendo de la disposición o recursos del cliente. ¿Pluses nocturnos o por fines de semana? En fin.
¿Y qué podemos aprender de los taxistas? Primero, a saber distinguir a clientes que pueden decidir no pagarte y, por tanto, no recogerlos. Segundo, a buscar o crear "paradas de taxi", donde los clientes puedan encontrar cualquier servicio que busquen en un mismo sitio. Tercero, a exigir algún tipo de acreditación profesional para ejercer la profesión, y que ésta sea valorada por los clientes. Y por último, a saber disfrutar del trayecto. 😉
Me encantó este artículo. Yo diría que deberíamos aprender a valorar nuestro trabajo y no pensar que freelance es sinónimo de "Barato". ¡Saludos!
Un artículo genial.
Narciza Escobar Cárdenas
16 junio 2021 at 07:18`Me ha encantado este artículo del periodista freelance. Un artículo agradable, ineresante de verdad. La comparación, me fascinó… debe haber esperado mucho para ser atendido, y aprovechó ese tiempo para dar rienda suelta a su creatividad. Estupendo artículo.
Roger Garcia - Redactor Freelance
16 junio 2021 at 11:00Me alegro de que te haya gustado el artículo.
En efecto, la reflexión surgió precisamente en la sala de espera de un dentista.
Es otro tema que me fascina: cómo cobrando lo que cobran y haciendo tratamientos que no son precisamente agradables consiguen que la gente se resigne a esperar siempre aunque hayan concertado cita…
¡Son unos cracks!